Gestión de alarmas
En todas las casas existen riesgos que pueden generar diversas alarmas, desde la más convencional de robo a otras como humo, inundación, o escapes de gas.
Todos estos riesgos están contemplados en el seguro de la casa, teniendo mayor o menor valor en función del patrimonio que suponga la vivienda y su contenido, de tal forma que se puede proteger de forma convencional (o aislada) donde cada alarma tiene su propia "inteligencia" pero no interrelaciona con las demás. O de forma "inteligente", integradas en el sistema domótico, de tal forma que no solo envíe avisos a la Central Receptora de Alarmas (CRA) que podamos tener contratada, sino que pueda interactuar activando no solo avisos o sirenas, sino actuando de forma automática sobre la causa de la alarma para evitar que el daño de esta sea mayor.
Veamos diferentes casos:
- ALARMA ANTIRROBO: Este tipo de alarmas integradas en el sistema domótico hace uso de elementos comunes como los detectores (de presencia y/o movimiento), de tal forma que estos no solo actúan para la alarma, sino que dependiendo de la situación pueden encender/pagar luces, cambiar modos de clima o conectar la alarma automáticamente si nos hemos ausentado de casa sin dejarla conectada. Gestionando la presencia y con la adecuada programación.
- ALARMAS TÉCNICAS: Los sensores de humo, de nivel, o de gas que se instalan para detectar fugas de agua, gas, CO2 o incendio en una casa, sirven al mismo tiempo en una instalación domótica integrada para realizar ciertas acciones, como integrar la señal en la CRA de cara a dar información del tipo de alarma a la central, al tiempo que se pueden ejecutar acciones como disparar mecanismos de extinción o activar la ventilación de la casa de forma automática.
El sistema de alarmas se puede programar para que lance escenas combinadas de acciones (acción-reacción) a gusto el usuario, como por ejemplo: en caso de una fuga de agua, corta la llave general, avisar al móvil del usuario, a la CRA,... Si se produce una fuga de gas se puede pone en marcha el sistema de ventilación de forma automática para que evacue el gas al tiempo que realiza las llamadas de aviso, hace sonar una sirena,...en definitiva, lo que se quiera que esté integrado dentro del sistema domótico.
Telecontrol
La parte más grafica y en definitiva la que más vende de cara al usuario novel cuando se le enseña un sistema domótico, es el telecontrol del mismo, desde dentro y también desde fuera de casa, con diferentes interfaces móviles, tales como: smartphones, tablets,...o fijos: desde PC, para control centralizado en grandes instalaciones: edificios de oficinas, hoteles,...
Al telecontrol se le viene exigiendo cada vez más, acorde a la evolución de la tecnología que lo porta, de tal forma que si hace unos años el telecontrol se hacía con móvil y mensajes cortos (SMS) que recepcionaba e interpretaba como ordenes el sistema domótico, ahora con la llegada de los smartphones y tablets el control es más visual (iconos) y el diseño más cuidado, creando una sensación de control total en luces, clima, persianas, escenas,...llegando a poder variar a nuestro gusto niveles de luminosidad, paletas de colores RGB, nivel de subida de persianas, temperatura de consigan o modos,...lo que se quiera.
Si además, la exigencia nos pide la integración de otros complementos de domótica, tales como: videoporteros, cámaras IP, multimedia,...un sistema de control domótico integrado es capaz de meter todos estos controles en la misma interface, de cara a facilitar el manejo del usuario final y la usabilidad del mismo, de forma que en pocos minutos es capaz de aprender a controlar toda la instalación.
Esta constante evolución de los sistemas de control, antes con su propio hardware y Software dedicados, ha llevado a las empresas de domótica a crear nuevos productos de software de control que se puedan instalar y configurar en los smartphones más demandados (iOS, Android,...) y en las tablets de uso cotidiano como una función más: la del telecontrol domótico.
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