El mundo tecnológico y la política van mucho más ligados de lo que pueda parecer. Y es que en la actual era tecnológica, ambas partes rigen gran parte de nuestras vidas. Por su posición dominante, Google se ha visto más de una vez enfrentada a los Gobiernos. El último caso viene de la mano del Parlamento Europeo, que aseguró que el gran buscador está ejerciendo un fuerte monopolio en territorio europeo.
Los líderes políticos y los altos cargos de las grandes compañías siempre han intentado evitar polémicas entre ellos. De forma que sea cada uno de los correspondientes responsables los que se ocupen de sus decisiones. Sin embargo, esto no es siempre del todo posible. Ya que, el hecho de que ambas partes defiendan sus posturas e ideologías, hacen que no siempre sea posible dejar de entrometerse en el trabajo del otro.
Las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos son uno de las mayores muestras de la imposibilidad de independencia de ambas partes. Es decir, que ni el panorama tecnológico ni el político pueden desligarse el uno del otro. En el caso de las elecciones americanas, el ya actual presidente de los EEUU afirmó que impondría sus ideas a las grandes empresas tecnológicas. Ya que afirma que solo así lograría mejores y más empleos para sus ciudadanos.

Pero los ideales de Donald Trump para proteger a sus ciudadanos no acaba con las políticas comerciales. Sino que continúa con cambiar las relaciones internacionales. Sobre todo con aquellos países cuyos ciudadanos son un peligro para el mundo, según el presidente de EEUU. De forma que no ha dudado en ordenar que se impida la entrada al país de ciudadanos de 7 países con mayoría musulmana. Concretamente de Irán, Irak, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
La nueva ley afecta a 187 empleados de Google nacidos fuera de EEUU
Google y la gran mayoría de empresas tecnológicas, premian el ingenio y no la procedencia. Ya que tienen como objetivo evolucionar como corporación. Y solo se puede ser el primero en su campo contando con el mejor equipo, con independencia de su origen. Por lo que, al igual que otras grandes como Facebook y Apple, Google cuenta con empleados de todas las nacionalidades.
Sin embargo, las nuevas restricciones solamente pueden empeorar el actual sistema montado por el gran buscador. De forma que el CEO de Google no ha tardado en pronunciarse al respecto:
Estamos preocupados por el impacto de la orden [de inmigración] y por cualquier propuesta que pueda imponer restricciones a los empleados de Google y sus familias; o que pueda crear barreras en la intención de traer talento a Estados Unidos”.
Y es que con la nueva ley, muchos ciudadanos nacidos fuera del país pero altamente cualificados, han perdido sus privilegios. Ya que se han encontrado como su tarjeta verde que les permitía trabajar libremente en el país, ha dejado de tener efecto. Debido a los nuevos controles ya establecidos en todos los aeropuertos americanos.
Y tú, ¿qué opinas de las decisiones del nuevo presidente de EEUU? ¿Crees que la innovación se verá frenada por sus movimientos?
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