Las curvas de la pantalla del Nokia 8 Sirocco son meramente estéticas y se crea una especie de sombra magenta sobre el contenido
Dejando a un lado esto, la pantalla es p-OLED con una resolución QHD. Estuvimos viendo algo de contenido multimedia así como algunos vídeos e imágenes y nos transmitió bastante buena sensación (salvo este asunto de la sombra). Al tratarse de Android Stock no dispone de ajustes específicos para la pantalla más allá de añadir doble tap, el brillo o activar algunos gestos, pero la temperatura de los blancos está bastante equilibrada (según criterio igual algo fría) y va bien de ángulos de visión.
No vimos a priori más degradados ni ningún problema similar más allá del de las curvas. Además, el nivel de detalle es más que suficiente y los negros p-OLED lucen muy bien también en este móvil de Nokia. Habrá que ver al probarlo más a fondo si esta resolución pasa factura con un uso entre medio e intensivo a los 3.260 mAh que lleva su batería.
Rendimiento y uso: no es necesario lo más nuevo para volar más alto
Si hubo un protagonista en el evento de HMD además de los cinco nuevos terminales, ése fue Google. La alianza entre las dos tecnológicas parece haberse afianzado y, si el año pasado ya izaban bien alto la bandera del Pure Android éste no se quedan cortos con la casi completa homogeneidad de Android One en los móviles Nokia.
¿Cómo funciona esta versión del sistema operativo de Google? Teniendo de motor un Snapdragon 835 con un séquito de 6 GB, era de esperar que viésemos transiciones fluidas y aperturas rápidas. A falta de probar videojuegos y apps más exigentes, no vimos lag ni que se arrastrase nada, ni cierres inesperados de apps.
Tampoco notamos un calentamiento excesivo o que llamase la atención. Siendo fino, con los bordes de acero inoxidable y con el cristal en la parte trasera (materiales conductores), será normal que tras un rato de uso la temperatura aumente y se perciba en la superficie, pero a falta de hacerlo pasar unos días por las exigentes y exhaustivas manos de Xataka (tests de rendimiento, multimedia y muchas horas de cámara entre otras cosas) por el momento no notamos ningún calentamiento llamativo.
No se calentó tampoco tras estar toqueteando la cámara. Aquí hay bastante que probar a fondo, pero pudimos sacar algunas de las fotos que hacen las cámaras del Nokia 8 Sirocco. Hablamos de una doble cámara trasera de 12 megapíxeles (f/1.75) y 13 megapíxeles (f/2.6), y una frontal de 5 megapíxeles (f/2.0). La app es la propia, con su modo manual y opción de modo retrato tanto en la frontal como en la cámara trasera, pero éste es forzado por software y no siempre detecta bien el objeto principal.
Las condiciones de luz en el stand eran bastante exigentes (con iluminación en cambio constante y muchos contrastes) y no cabe esperar tampoco nada determinante de las fotos que sacamos allí. Podemos quedarnos con que en interiores con iluminación las cámaras no se lucen especialmente, con una falta de detalle acentuada e incluso aberraciones si tiramos de HDR y no tenemos paciencia suficiente (el disparo es más lento al ser en realidad varios).
El modo manual es bastante completo y nos permite ajustar los parámetros a nuestro antojo. Como decíamos, hay modo retrato, pero le costaba bastante encontrar al objeto aunque hiciésemos continuamente tap sobre él. Si finalmente lo detecta, podemos ajustar el grado de desenfoque con un deslizador.
En la cámara frontal es algo menos exigente y sí que nos funcionó en más ocasiones, aunque vimos un recorte bastante tosco y borrones, sobre todo en los bordes del pelo (ese punto crítico por excelencia de los modos de desenfoque forzado).
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