jueves, 15 de marzo de 2018

TE MOSTRAMOS LO MEJOR DEL SAMSUNG GALAXY S9 " PARTE II"

Pantalla: apostando por lo de siempre para quedar por encima

Hablando de mantener rasgos característicos y/o que funcionan, Samsung se subió al carro de las altas resoluciones de pantalla allá por 2015 y de ahí no baja, manteniendo para éstos últimos el QHD+ (o lo que es lo mismo, 1.440 x 2.960 píxeles) y la tecnología super AMOLED.
Samsung Galaxy S9plus 05
Estoicos como nadie en esto último, sin dejarse seducir de momento por el p-OLED, y con buenos resultados a nivel de detalle, colores y contraste. De hecho, perceptibles o no, el fabricante coreano ha mejorado el rendimiento de sus paneles con respecto a los del año pasado, algo que matizan en el siempre profundo y altamente técnico análisis de Display Mate (sobre la pantalla del S9), para quienes el buque insignia de Samsung se erige como el rey de las pantallas del momento.
La experiencia con la pantalla es muy buena teniendo en cuenta hardware y software
¿Qué convierte a este panel en el mejor o al menos en un firme candidato para serlo? Dejando el criterio de la gente de Display Mate, lo cierto es que la experiencia es muy buena teniendo en cuenta la combinación de hardware y software, que al fin y al cabo es esto segundo lo que permite que estemos más cómodos partiendo de cierto nivel de calidad.
Samsung Galaxy S9plus Pantalla
Samsung Experience provee numerosas opciones extra para la pantalla, empezando por la posibilidad de elegir el perfil de color que prefiramos. Tenemos cuatro preconfiguraciones a elegir según el uso que hagamos y nuestras preferencias:
  • Adaptative display: este modo es dinámico, de modo que se ajusta según el contenido y el ambiente variando la saturación, el balance de blancos o la gama de color. Es el más cómodo a nivel de experiencia de usuario, además está la opción de personalizar los blancos a nivel de temperatura (de 8.800 a 8.600 Kelvins) y de los tres colores primarios (verde, azul y rojo).
  • Cine AMOLED: cubre el 100% del espacio de color DCI-P3, y lo que obtendremos al seleccionarlo es más calidez y menos saturación que con el Adaptative Display (aunque más que el de fotografía, así como contraste).
  • Foto AMOLED: enfocado a satisfacer al público con preferencias relacionadas con la fotografía, siendo una calibración muy próxima al estándar de RGB de Adobe. Como decíamos, ofrece colores menos saturados que los anteriores y los blancos son algo más fríos.
  • Básico: es una calibración que se corresponde con el estándar sRGB. Se podría decir que es el genérico, y lo que tenemos es una temperatura pareja a la del modo de cine con algo menos de saturación (y tampoco tiene la posibilidad de personalizarse).
Samsung Galaxy S9+: ajustes de pantalla
Al final con tanta posibilidad, si no es este aspecto algo que nos preocupe especialmente, lo práctico es tirar del Adaptative, con el que hemos tenido buena experiencia en general salvo en momentos puntuales que "titubea" un poco al busca el punto óptimo de temperatura y brillo. Pero es un plus que exista este nivel de personalización y que se tenga en consideración ciertos tipos de público que pueden estar buscando una pantalla que cubra esas necesidades.
Samsung Galaxy S9+: ajustes de pantallaSiempre es un plus (nunca mejor dicho) que el fabricante proporcione opciones para que los usuarios puedan ajustar la pantalla a sus preferencias. Tenemos además los añadidos "made in Samsung" como la pantalla Edge, que también se configura en los ajustes de pantalla.
Tenemos también la opción de añadir un filtro para la luz azul o que se pueda ocultar la barra de botones entre otras, así como la de escoger la resolución, pudiéndonos quedar en FullHD+ o HD+ si creemos que el 3K queda por encima de nuestras necesidades o puede estar exigiendo más. Sobre esto, de hecho, hablaremos en los apartados de rendimiento y autonomía, pero spoiler alert: en la práctica no lo notaremos.
Pero hay dos opciones que destacan por ser en cierto modo características de Samsung (que no exclusivas): la Pantalla Edge y Always On Display, aunque ésta última la encontramos en el apartado de “Pantalla de bloqueo y seguridad de los ajustes. Sobre ambas hablaremos más a fondo en la sección de software.
Samsung Galaxy S9+Always On en su configuración de fábrica.
Con todo esto aún podemos echar en falta algún detalle, como la opción de doble tap para activar pantalla (que siempre se echa de menos cuando el lector está detrás y se suele usar el móvil apoyado en la mesa), o alguna opción más de personalización en el Always On (por ejemplo, que se active al hacer doble tap o agarrar el terminal y no esté siempre encendida). Aunque en la práctica veremos que nunca está por encima en el consumo de batería (aunque sea la pantalla la que se lleve la pole position).
Aquí cabe recordar otra de las ventajas del OLED y la matriz sub-píxel (siendo alimentados y usados de manera independiente y a conveniencia), ya que el bello negro AMOLED no requiere energía y este modo acaba siendo muy eficiente. Y quizás por esto Samsung pueda permitirse un modo "siempre encendido", y no depender de la proximidad del usuario o el movimiento del terminal como en otros sistemas similares (como el "levantar para reactivar" de iOS).
Siguiendo con el análisis de la pieza en sí y dejando las personalizaciones para luego, muy bien en cuanto a brillo tanto por lo bien que suele funcionar el ajuste de brillo automático (algún retraso puntual, pero nada molesto ni constante) como por los nits que alcanza como máximo (1.130 nits si forzamos hasta el tope, lo cual se ha de hacer de manera manual), garantizando una buena experiencia en cualquier condición.
En cuanto a ángulos de visión, empezamos a ver que el panel “azulea” si lo inclinamos más o menos a unos 35-40 grados sobre la horizontal o si lo giramos casi a 90 grados con respecto a la vertical (posiciones que no es demasiado natural en la práctica). En la práctica no es molesto ni vemos degradaciones preocupantes, aunque esta pega un tanto intrínseca a los AMOLED siempre nos afectará más si somos de tener el móvil apoyado en la mesa habitualmente y consultarlo así (y con fondos claros).
Samsung Galaxy S9+
No sabemos por experiencia propia si es la mejor del mercado (aún nos quedan terminales recientes por toquetear), pero lo cierto es que la de este móvil tiene pocos, muy pocos peros (y rebuscados). La experiencia con ella es continuamente satisfactoria y, como hemos visto, adaptable a gusto del consumidor, y eso de elegir siempre nos gusta mucho. Colores vivos, buen contraste y brillo para aburrir salpimentados por los negros AMOLED, buena sensibilidad táctil (y a la presión en el botón Home, para Google Assistant) y la buena experiencia de unos marcos ínfimos rodeándola.

Rendimiento: un nuevo Exynos y su séquito de RAM para volar

Los Galaxy S traen siempre lo último en procesadores de la casa y de Qualcomm, repartiendo entre localizaciones. Ésta es una de las características que se mantiene en ambos mellizos, aunque en el caso del Galaxy S9+ el Exynos 9810 va acompañado de 6 GB de RAM, mirando de tú a tú a quienes ya integraban esta cantidad como el Xiaomi Mi MIX 2, el OnePlus 5T o, en terreno propio, el Samsung Galaxy Note 8 (con el Exynos 8895).
Samsung Galaxy S9+
¿En qué se nota todo esto? En que el terminal va como una bala, no se calienta y no tiene peros para ninguna app pesada. Fluidez y potencia son una constante en el uso del terminal, sin carraspeos, lag, arrastres o síntomas de estrés, de hecho el único "pero" es que la multitarea va tan fluida que si no vamos con cuidado el carrusel de apps va demasiado deprisa para tocar la app que nos interesa.
Los juegos de más rendimiento gráfico se cargan sin problemas y su desempeño no genera un calentamiento llamativo. De hecho, no ha pasado de los 33 grados cuando hemos notado que la temperatura más elevada (tras ejecutar juegos o cámara tras un rato), y podemos tenerlo en reproducción multimedia un buen rato sin que la espalda de cristal y aluminio deje de estar fresca.
Samsung Galaxy S9+: cámara
Como referencia os dejamos los habituales benchmarks, para aquellos que los tengáis en consideración. Dado que los Galaxy S9 estrenan procesadores, aún no podemos hacer ninguna comparativa estrictamente justa de tú a tú, pero lo comparamos con procesadores cercanos en fecha de lanzamiento y características, viendo que suele quedar por encima.

Software: los nuevos aires quizás han llegado demasiado pronto

Otra de las novedades que traen los S9 es el estreno de la versión 9 de Samsung Experience, la capa propia de Samsung. Software que queda por encima de Android Oreo 8.0 en el que vemos algunas diferencias con respecto a lo que vimos en los Galaxy S8 y el Note 8.
Samsung Galaxy S9+Con este software asoma el Galaxy S9+ tras en su primer despertar tras el particular "preload" de Samsung Experience (con su dosis de permisos y peticiones de instalaciones y envío de información).
La estética es muy similar y apenas vemos cambios, los hay en la interfaz del cajón de apps, la disposición de las apps en la Pantalla Edge (ahora más amplia) y algún tamaño de letra o la información de software, pero todos son ínfimos. Siguen las mismas líneas de diseño y colores vivos para los iconos y el minimalismo para las interfaces de ajustes, editores y otras apps propias.
Samsung Galaxy S9+El menú de ajustes en el S9+.
Cambian, eso sí, la configuración y las opciones de algunos elementos como esta misma Pantalla Edge, Always On o la app de cámara, rediseñada aunque manteniendo fundamentos (hablaremos de ello en detalle en la siguiente sección). Pero el menú principal de ajustes es el mismo, sin añadidos.
Samsung Galaxy S9+La pantalla de bloqueo con la ventana de reproducción de música y los "toggles" de la cortina de notificaciones. Tras instalar una app nos aparecerá la posibilidad de añadir el correspondiente (si dispone de él). Los controles de reproducción de música, tanto aquí como en Always On, son bastante exigentes a nivel táctil y quizás nos cueste darle en más de una ocasión.
También cambian las apps que se preinstalan tras el primer arranque del móvil, teniendo más apps de Samsung (además de la suite Office de Microsoft) y la app de Facebook. Lo bueno es que muchas podremos desinstalarlas o inactivarlas si no nos interesan, pero viendo que otros fabricantes como ASUS empiezan a instaurar políticas como la de no duplicar apps de serie de Google con las propias (correo electrónico, mensajería, etc.) no nos gusta mucho que de una versión a otra no haya menos, sino más apps que no todos pedimos.
Samsung Galaxy S9+Según de qué app se trate, si no nos interesa podremos ocultarla, eliminarla o dejarla en el cajón. Samsung Experience permite hacer esto desde un menú contextual al pulsar y mantener sobre la app, sin necesidad de ir a los ajustes de cada una.

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